Málaga, capital gastronómica por una noche
El 25 de noviembre de 2025, Málaga se convirtió en el epicentro de la alta cocina mundial. La ciudad acogió la gala de presentación de la Guía Michelin España & Andorra 2026, un evento que reunió a más de 700 invitados entre chefs, sumilleres, periodistas y amantes de la gastronomía. La expectación era máxima: se celebraba el 125 aniversario de la guía roja, y muchos esperaban grandes sorpresas.
Un año más, la velada confirmó la madurez de la cocina española: los 16 restaurantes con tres estrellas conservaron su distinción, sin nuevas incorporaciones. Un mensaje claro: la cúspide del firmamento gastronómico se mantiene estable, pero el movimiento se da en los escalones intermedios, donde el talento joven y la diversidad regional siguen creciendo con fuerza.
Cinco nuevos restaurantes con dos estrellas
El gran titular de la noche fue el salto de cinco restaurantes al club de las dos estrellas Michelin:
- Mont Bar (Barcelona).
- Enigma (Barcelona).
- Aleia (Barcelona).
- La Boscana (Bellvís, Lleida).
- Ramón Freixa Atelier (Madrid).
La fuerza de Cataluña quedó patente con cuatro de los cinco ascensos, mientras que Madrid celebró el regreso de Ramón Freixa al firmamento biestrellado. Estos nombres reflejan la consolidación de proyectos que llevan años marcando tendencia y que ahora reciben el reconocimiento internacional.
25 nuevas primeras estrellas: diversidad y frescura
La gala también celebró la llegada de 25 nuevos restaurantes con una estrella, repartidos por todo el país. Andalucía brilló especialmente con cinco nuevas incorporaciones: Faralá (Granada), Mare (Cádiz), Ochando (Sevilla), Palodú (Málaga) y ReComiendo (Córdoba).
La lista completa muestra un mapa diverso, con propuestas que van desde la cocina de vanguardia en grandes ciudades hasta proyectos más íntimos en entornos rurales. Una señal de que la alta cocina española no solo se concentra en los grandes núcleos urbanos, sino que se expande hacia territorios donde tradición y modernidad dialogan de manera natural.
Vinos andaluces: el maridaje perfecto de la gala
La gastronomía no se entiende sin vino, y la gala de Málaga lo demostró con creces. La cena oficial estuvo acompañada por una selección de grandes vinos andaluces, que hicieron de hilo conductor entre los platos de los chefs y el espíritu de la tierra anfitriona.
Entre las etiquetas destacaron los finos y manzanillas de Jerez, los blancos de la Axarquía malagueña, los tintos de Ronda y referencias singulares de Montilla-Moriles. Una elección que no solo puso en valor la riqueza vinícola de Andalucía, sino que también recordó que detrás de cada estrella Michelin hay siempre una copa que completa la experiencia.
Para los amantes del vino, fue un guiño perfecto: la alta cocina española se celebra con copa en mano, y Andalucía demostró que sus vinos están a la altura de los mejores menús del país.
Un mapa gastronómico en expansión
La nueva guía deja un panorama con 307 restaurantes con estrella en España y Andorra:
- 16 con tres estrellas (sin cambios).
- 37 con dos estrellas (5 nuevos).
- 253 con una estrella (25 nuevos).
A ellos se suman 59 Estrellas Verdes, que reconocen el compromiso con la sostenibilidad, y más de 200 Bib Gourmand, que premian la cocina de calidad a buen precio.
Este mapa confirma que la gastronomía española vive un momento de madurez y diversidad: estabilidad en la cúspide, pero un crecimiento constante en los niveles intermedios, donde se gestan las sorpresas y se consolidan los proyectos más innovadores.
Málaga, símbolo de futuro
La elección de Málaga como sede no fue casual. La ciudad se ha convertido en los últimos años en un polo gastronómico y vinícola de referencia, con proyectos que reivindican la tradición andaluza y la reinterpretan en clave contemporánea. La gala fue, en ese sentido, un escaparate perfecto: chefs, sumilleres y bodegas mostraron que Andalucía no solo es tierra de sol y playa, sino también de alta cocina y vinos con identidad.
Conclusión: estrellas y copas que cuentan historias
La gala Michelin 2026 no trajo nuevos tres estrellas, pero sí un mensaje claro: la cocina española está en plena efervescencia, con proyectos que ascienden y debutan, y con un territorio cada vez más diverso. Y como todo gran festín, se celebró con vino: un recordatorio de que detrás de cada estrella, siempre hay una copa que acompaña la historia.
Para los amantes del vino y la gastronomía, la Guía 2026 será una invitación a viajar, descubrir y brindar. Porque cada estrella Michelin es también una oportunidad de levantar la copa y celebrar la pasión por la mesa.
